¿Alguna vez deseaste lo que es imposible? ¿Que pasaria si eso se vuelve realidad?

jueves, 15 de mayo de 2014

Reencuentro.

De nuevo navidad. No parecía haber pasado tanto después de todo. Toda esa pesadilla parecía que había pasado hace décadas, pero no, solo diez años. Diez años desde que había peleado por mi familia. Ya no era la damisela en peligro. Ya era una más y podía enfrentar las cosas como lo hacía mi nueva familia.
Esa mañana, luego de haber estado estudiando para los finales de Literatura (aunque no hacía falta, pero quería gastar mi tiempo en algo), fui para la habitación donde estaba durmiendo mi hija junto a su “perro”. Reí sola de la ocurrencia. Aunque estábamos de visita con los Denali, ya ellos habían hecho una habitación para que mi pequeña fuera a verlos cuando ella quiera. Edward fue a cazar junto con Eleazar, Carmen y Tanya. Kate y Garret quedaron conmigo leyendo algo en el living. Me levante dejando los libros a un lado.
-¿Pasa algo, Bella? –pregunto Garret.
-No, solo iré a despertar a Nessie y Jacob. En unas horas saldremos para Forks.
-Te acompaño –dijo Kate también levantándose –quiero darle el regalo a Nessie apenas despierte –sonrió.
Fuimos ambas hacia la habitación de mi pequeña, la cual estaba llena de peluches, cuadros y posters de las bandas preferidas de mi hija. Cuando entramos sigilosamente, vimos que Jacob dormía despatarrado en el suelo cerca de la cama de Renesmee, donde ella dormía plácidamente.
Sonrío. Ya no era una pequeña más. Ya su aspecto había avanzado que ya parecía una adolescente. Estaba preocupada al no saber si iba a seguir creciendo, pero según Carlisle ella pararía de crecer en poco tiempo.
Me acerqué lentamente y la acaricie.
-Corazón, ya es hora de despertar –le susurré mientras acariciaba su pelo. Ella se movió un poco y abrió los ojos. Me miró y sonrió.
-Buen día, mamá –me saludó.
-Buen día, hija –le di un beso en la frente.
Kate fue y abrió el gran ventanal para que entre un poco de luz. Jacob se despertó y dio un  salto para levantarse. Garret apareció de la nada y se puso al lado de Jacob.
-¿Pasó algo? –se alarmó Jake.
-Nada paso, querido amigo –lo tranquilizo Kate y busco algo arriba del armario de Nessie –solo Navidad –sonrió y se acercó a mi hija –Feliz navidad, preciosa.
-Feliz navidad, niña –la acarició Garret –esto es parte de Kate y mía.
A Nessie se le ilumino la mirada. Amaba las sorpresas. Dijo “Gracias” y empezó a abrirlo rompiendo el papel. Era un hermoso y sencillo vestido azul con algunas perlas para decorarla.
-¡¡Es hermoso!! –dijo mi hija y salto de la cama para abrazarlos a ambos -¡¡Muchas gracias tía Kate y tío Garret!!
-Nos alegra que te guste, Nessie. De nada –sonrió Kate.
-Nessie, prepárate para viajar. En una hora salimos para la casa del abuelo –le indiqué- así que ve a bañarte y prepararte. Jacob, tu puedes ir a desayunar.
-A la orden, jefa –rió Jacob y le pegue despacio en su hombro – ¡ouch! ¡No vale pegar!
-Te dejamos para que te prepares –le dijo Kate a mi hija y salimos todos de la habitación.
Charlie venía de visita cada vez que podía y tenía vacaciones, pero ya los últimos años no podía venir y telefoneaba cada tres o cuatro meses. Igual íbamos cada navidad a visitarlo a él y a Sue.
Jacob fue para la cocina a preparar el desayuno para él y para mi hija. Garret lo acompaño para ver qué era lo que comía el lobo.
Kate y yo nos sentamos en los sillones justo en el momento que la puerta se abrió la puerta y entraron los demás miembros de la familia.
Tenían los ojos más dorados y llamativos, pero no importaba. Ya mi padre se había acostumbrado a los cambios así.
Edward vino y me dio un pequeño beso. Estaba riéndose de algo que seguro pasaba por alguna mente de ahí del salón.
-¿Cómo estuvo la cacería? –pregunte.
-Muy bien –me sonrió.
-Edward es un buen cazador de pumas…-dijo Carmen mientras se sentaba junto con Eleazar.
-Solo que nunca vas a poder superarme, Eddie –rió Tanya.
A falta de Emmett, hacia apuestas con Tanya. ¿Acaso esto pasaba en todas las familias vampiros?
-¿Nessie? –preguntó Edward.
-Recién se despertó. Se está preparando para ir a la casa de Charlie.
-Genial, voy a buscar su regalo al auto-dijo y desapareció. Detrás de él salió Jacob también. De seguro a buscar el suyo.
De la nada, sonó mi celular.
-¿Hola?
-¡Bella, no vayas para lo de Charlie ahora! Vayan directamente a casa que los estamos esperando  a todos –la voz de Alice con su tono de emoción me sorprendió.
-¿Alice? ¿Cuándo...como…? ¿No estaban en París junto con Jasper?
-Así es. ¡Pero volvimos para pasar Navidad en familia! ¿Cómo crees?-dijo mientras se escuchaba el motor del auto.
-¡¿Estás hablando por el móvil mientras manejas?! –exclamé.
-No va a pasar nada, tranquila. ¡Los veo en una hora y media! –me dijo y colgó.
Alice.
Llame a mi padre para avisarle que primero íbamos a pasar por la casa de Edward y luego íbamos para casa, pero me dijo que Alice lo había invitado a él y a Sue para tomar el té en la casa Cullen. Le dije que estaba más que bien y nos veríamos en unas horas.
Cuando corte, vi que venían Jacob y Edward cabizbajos.
-¿Qué paso? ¿Y los regalos?
-Alice nos amenazó de que si le mostrábamos nuestros regalos a Nessie antes del de ella, nos iba a arruinar nuestros autos…-explicó Jacob con un bufido.
-Y la muy desgraciada es capaz de hacerlo –gruño Edward.
Los demás reímos.
Nessie bajó a desayunar junto con Jacob y luego de unos regalos más de Tanya y Carmen, nos fuimos para casa.
Me imaginaba a Alice obligando al pobre de Jasper  yendo por todas las tiendas de París comprando regalos para Nessie y para vestirme a mí y a mis hermanos. Sí, era media insoportable, pero era parte de su encanto. La quería muchísimo, era mi hermana favorita. Se habían hace 5 años, pero venían de visita cada fin de semana que podían, ya que Alice se había hecho  cargo de una revista de moda allá, era una de las más grandes editoras.
Con respecto a Emmett y Rosalie fueron de visita a Roma, ya que Rosalie quería conocer desde que fueron por Garret. Pero se habían habituado tanto a ese lugar, que se quedaron a vivir un tiempo ahí. Llevaban ya 9 años y medio viviendo allá, y de verdad, los extrañaba muchísimo. Emmett trabajaba en una empresa de mudanzas y Rose en una tienda de flores. Algo muy sencillo, pero ambos eran muy felices. Y eso era lo que valía.
En el viaje, Renesmee leía el nuevo libro que Tanya le había regalado mientras que Jacob miraba por la ventanilla, perdido en sus pensamientos. Edward miraba la ruta y también estaba en sus pensamientos, mientras sonaba Claro de Luna en audio.
Cuando estábamos llegando, vimos que en la puerta dela gran casa estaban Carlisle y Esme muy sonrientes. Literalmente, estaban iguales. Con toda su perfección y hermosura intactas. Sus ojos demostraban cuan contentos estaban que sus hijos estén de vuelta en casa. Apenas frenó el auto, Nessie literalmente saltó del auto y fue al encuentro de sus abuelos. Ellos la recibieron con los brazos abiertos y la abrazaron muy fuerte. Salimos luego los demás al encuentro de ellos.
-¡Bella! –soltó emocionada mi suegra y me abrazo.
-Esme, te extrañe muchísimo –dije sincerándome.
-Nosotros también a ti –dijo Carlisle mientras me deba un beso en la frente.
De la nada, siento que me toman de la cintura, me elevan al aire y me abrazan.
-¡¿Qué demo…?! –solté y escuché una risotada. Esa risotada que me hacía sentir una niña nuevamente. -¡¡Emmett Cullen, bájame ahora!! –grite riéndome.
Se rió nuevamente y me bajo. Vi como venía Rosalie caminando con su paso tan común entre nosotros.
-Es un idiota, no le prestes atención –me dijo saludándome –tanto tiempo, Bella –me sonrió.
-Mucho tiempo a decir verdad –le sonreí de vuelta.
-Ay, no –exclamó mi marido.
-¿Qué sucede?
-¡¡WIIIIII, LLEGARON A TIEMPO!! –chilló una voz y corrió a mi encuentro. Me abrazó fuertemente y yo también a ella.
-Largo viaje, eh –dijo la voz leonina de Jasper a Edward saludándolo.
-Solo un poco.
-¡Ay, Bella, debes ver las cosas que trajimos para hoy! A Charlie y Sue le van a encantar, ya tengo tú vestido para ahora, igual que para Nessie. ¿Dónde está?-Nos dimos vuelta y Emmett y Rose estaban jugando con ella- Renesmee Carlie Cullen a la casa, ¡AHORA!  Debo probarte varios vestidos…
Y se iba hablando con mi hija que la llevaba de la mano.
-Bueno, creo que estamos todos –sonrió Carlisle –entremos a la casa.
Antes de entrar, Jacob se disculpó diciendo que quería ir a ver a su padre y a su manada, que luego vendría a ver a Nessie. Le dije que vaya tranquilo, que después lo veríamos.
Cuando entramos, noté unos cambios de muebles y demás cosas, pero nada fuera de lo normal. Lo que note, que en la sala, arriba del televisor, había un enorme cuadro con la foto familiar que nos sacamos en el primer cumpleaños de Nessie. Si se podía, mis ojos se hubieran llenado de lágrimas.
Realmente extrañaba a mi familia vampiro.
Después que Renesmee cumpla los 4 años, podríamos volver. O sino la gente se daría cuenta de su crecimiento. Solo debería aguantar.
-¡¡ISABELLA MARIE CULLEN, VEN YA A MI CUARTO!! –oí desde el piso superior. Conocía ese tono. Mire a Edward.
-¿Debería asustarme? –bromeé.
-Solo un poco –sonrió él y me dio un beso corto –Ve, que de seguro te gustara.
-Voy contigo –me dijo Rose-total, yo debo cambiarme también.
Paso su brazo amistosamente alrededor del mío y fuimos al piso superior. Golpeamos la puerta de la habitación de Alice.
-¡Adelante!-se escuchó su voz cantarina.
Cuando entré, solté un grito ahogado. Había millones de paquetes de compras por toda la habitación.
-Wow –soltó a medio sonreír Rosalie.
-Bella, tu ropa se encuentra en el baño. Cámbiate ya. Y Rosalie, tu ropa está arriba de aquel sillón…vamos, vamos, que enseguida llegara Charlie. Carlisle y Esme están preparando ya el té junto con los chicos.
-Diuj –solté audiblemente y me fui para el baño.
A los dos segundos volví con el vestido en la mano.
-¡¡ALICE, NO PIENSO PONERME ESTO!!
-Bella, no empecemos –me miró seriamente la duende.
-¡Es solo una reunión familiar!
-Y eso cuenta para ponerte ese vestido. Anda, vamos –dijo mientras seguía produciendo a mi hija.
Gruñí por lo bajo y me fui a cambiar.
Media hora después, Charlie llegaba a la casa Cullen junto con Sue  y sus hijos, Leah y Seth. Si podía ser posible, estos chicos crecieron aún más. Leah ya era toda una mujer por no hablar del joven Seth, siempre tan atento. Ahora era una versión de Jacob, pero parecía más maduro que mi antiguo mejor amigo.
Carlisle los recibió y los condujo al living, donde estábamos todos. Mi padre vino directamente hacia mí y me abrazo fuertemente.
-Hija, ¡Tanto tiempo! –sentí en su voz que aguantaba el llanto. Lo abrace y me acurruque en su pecho –Te extrañe tanto, mi pequeña…
-Yo también te extrañé, papá –dije sin soltarlo. Realmente lo había extrañado muchísimo.
-¡Abuelo!-gritó Nessie y se abalanzo a Charlie.
-Oh, tú estás cada día más parecida a tu madre –dijo con emoción en la voz.
Cuando todos terminamos de acomodarnos en la sala, llego Jacob con un enorme paquete (que de seguro era para mi hija) y entró a la sala.
-Uy, tengo que ir por el té –mencionó Esme.
-Déjame que vaya yo, Esme.
-¿Segura, cariño?
-Sí, no hay problema.
Fui para la cocina para poner agua al fuego y preparar las tazas. Empecé a pensar en cómo era la casa antes: los líos con Vulturis, lobos, nómadas, neófitos…criaturas que querían acabar con mi vida. Ahora todo estaba tranquilo y en paz como era antes. ¿Por qué no podíamos volver? La mayoría de mis compañeros se habían mudado, Nessie podría quedarse en casa, o en La Push mientras pasaba el tiempo.  Extrañaba mucho Forks, extrañaba a mi padre y a mi familia.
Me asome por la ventanita que daba al living.
Todos sonriendo, hablando, riéndose…todo en paz. Finalmente. Felices como debe ser.
De repente, siento unas manos que me sostienen de la cintura.
-Me encanta cuando haces de ama de casa –sentí su voz en mi oído.
-Las cosas aun no pasan de moda –sonreí dándome vuelta y pase mis brazos por su cuello.
Me beso profundamente, de esos besos que me dejaban dando vuelta a mi cabeza. Logre separarme y él sonrió, pero al verme a los ojos, noto algo extraño.
-¿Qué sucede? –me pregunto.
Suspiré.
-Estaba pensando en volver a Forks. Ya hace mucho tiempo que estamos lejos, Nessie extraña a su abuelo y a sus amigos de la Push…
-Mmm ¿Estas segura que solo es por Nessie y no es por vos también?
-Es por mí también –dije y me volví a asomar por la ventanita- es que…míralos…ya no hay motivo de peleas ni nada, ahora la familia esta finalmente en paz y feliz…como debería haber sido siempre. Entiendo que el crecimiento de Nessie no debe ser visto por nadie, y que yo ya debería estar en la facultad, pero podríamos ir a la de acá, y ser falsos profesores. Ya Renesmee no crecerá más. Volvamos. Por todos, por nosotros…-suspiré.
Sentí nuevamente sus manos en mi cintura.
-¿Sabes? Alice y Jasper ya no van a volver a Paris y Rosalie y Emmett planean volver la semana que viene…podríamos imitarlos. Debo ganarle unas apuestas a Emmett –sonrió.
Me di vuelta y lo besé.
-Me haces muy feliz.
-Te amo.
-Te amo.
Y nuestros labios volvieron a juntarse.

La familia Cullen había vuelto.

lunes, 25 de noviembre de 2013

23. New Day

El factor tiempo no me afectaba. No habia pasado nada. Solo el fuego continuaba insesantemente y mi dolor, pero nada más. El latido de mi corazon desaforado estaba ahí. Podia escucharlo. Habia una respiracion superficial en ese momento. Alguien estaba conmigo ahí. No sabia si era Edward o Alice, pero alguien estaba.
Mi sentido del oído se hizo más y más claro, y podía contar los latidos frenéticos de mi corazón marcando el tiempo.
Continuaba haciéndome fuerte, mis pensamientos se hacían más claros. Cuando nuevos sonidos llegaron, podía oírlos.
Había claros pasos, el susurro del aire impulsado por una puerta abierta. Los pasos se acercaban más, sentí presión en la parte interna de mi muñeca. No podía sentir el frío de esos dedos que debieron estarlo. El fuego había herido toda memoria del frío.
-¿Alguna novedad? –preguntó Carlisle.
-Ninguna –la voz de Jasper me habia tomado desprevenida. El estaba conmigo.
La presión ahora más clara, respiraba contra mi piel quemada.
-No hay olor de la morfina.
-Si, lo note.
-Jaz, ¿puedes oirme?
No podia contestar. Todo estaba inmovilizado. ¿Estaria muerta en vida? Eso seria mucho peor. Intenté mover la boca. Pero nada, seguia como el de una estatua. Senti otros pasos llegando a la habitacion. Se detuvo a unos pasos de donde estaba Carlisle.
-¿Hay algun cambio? –la voz de Alice me tranquilizó un poco, pero aun asi no bastaba.
-No lo hay.
-Ella debe estar agonizando.
-No sabemos eso. Tenía tanta morfina en su sistema que no podemos definir el efecto que tendría en su experiencia.
Sentí una presión débil en mi codo. Otro susurro.
-Jaz, lo siento…
No podia pasarme esto. El fuego seguia en mi sistema, no podia quejarme y la voz de Alice era la peor tortura. Intente mover mis labios, pero de nuevo estaban quietos. Maldicion.
-Habra que seguir esperando.
-Yo me quedare, amor –contestó Alice –ve de caza.
-Esta bien –accedió Jasper y senti dos pares de pisadas que abandonaban el cuarto.
La presion en mi mano era la de Alice besandola.
-Jaz, aguanta. Si me estas escuchando, solo aguanta un poco mas…
Bella me habia dicho un secreto para saber cuanto tiempo me quedaba. Si alguien estaba conmigo, podia contar la cantidad de respiraciones. Eso podia hacerlo. Alice respiraba bastante fuerte, asi que no fue ninguna dificultad. Diez mil, treinta y cuatro respiraciones despues me acorde de mi hermana. ¿Cómo estaria? ¿Ya la habian transformado? ¿Estaria ella ya como una verdadera Cullen? Estaba sumamente intrigada. La última vez que la vi, estaba inconciente en los brazos de Emmett. No sabiamos que habia pasado con ella. ¿Lo estaria averiguando? Treinta mil, quinientos treinta y tres respiraciones después, unos pasos diferentes susurraron en la habitación. Fuertes y secos.
Era extraño que yo pudiera distinguir la diferencia entre los pasos que nunca había sido capaz de oír.
-¿Cuánto más? -Edward preguntó.
-No será mucho ya -contesto Alice con voz apagada -¿Ves cuán clara se está volviendo? Puedo verla mucho mejor.
Hubo un largo momento de silencio. Y  luego Edward musitó. Era un nuevo sonido, más feliz.
-Ella realmente va estar bien -suspiró.
-Claro que si.
-Tu no estabas tan optimista dos días atrás.
-No podía ver bien hace dos días. Pero ahora estás libre de todos esos puntos ciegos. Es mejor.
-¿Podrías concentrarte por mi? En la hora dame un aproximado.
Alice musitó.
-Está bien. Dame un segundo.
Respiró despacio.
-Gracias, Alice -su voz era más optimista.
Las palabras de Alice me dieron la esperanza que quizá no parecía un pedazo de galleta quemada. Era como si ya debería estar una pila de carbonizados huesos. Cada célula en mi cuerpo había sido reducida a ceniza.
Edward queria hacer un cambio y quedarse el.
El cambio de guardia para cuidar a la galleta quemada.
Escuche la brisa cuando Alice salió del cuarto. Oí el rozar de la tela cuando ella se movió. Oí el zumbido de la luz colgando del techo. Oí el débil viento cepillando contra la parte de afuera de la casa. Podía oír todo.
Abajo, alguien estaba viendo un partido. Los Jetts ganaban por dos. Escuchaba un corazon latiendo normal. Podria ser el de Renesmee. Me concentre en sus latidos.
Cincuenta  mil, trecientos dieciocho y medio segundo después, el dolor cambió.
Una de las cosas de la parte buena, empezó a irse desde la yema de mis dedos de las manos y de los pies. Se estaba yendo lentamente, pero al menos era algo nuevo. Esto tenía que ser. El dolor estaba saliéndose…
Y luego malas noticias. El fuego en mi garganta no fue lo mismo de antes. No solamente ardía, sino que también me la secaba. Tan seca como hueso. Tan sedienta. El fuego quemaba, y quemaba la sed.
También malas noticias: el fuego dentro de mi corazón se hizo peor.
¿Cómo era eso posible?
Mis latidos, ya demasiado rápidos, se levantaron y el fuego condujo su ritmo a un nuevo paso frenético.
-Carlisle- Edward llamó. Su voz era baja pero clara. Yo sabía que Carlisle lo oiría, si estuviera cerca o en la casa.
El fuego se retiraba de mis palmas, dejándolas felizmente sin dolor y frías. Pero se retiraba a mi corazón, el cuál ardió y latió a una nueva furiosa velocidad.
Carlisle entró en el cuarto, Alice a su lado. Sus pasos eran tan distintos, incluso podía decir que Carlisle estaba en la derecha, y un pie delante de Alice.
-Escuchen.
El sonido más alto en el cuarto era mi frenético corazón, punzando al ritmo del fuego.
-Ah -dijo Carlisle- Ya casi termina.
Mi alivio en sus palabras fue eclipsado por el dolor insoportable en mi corazón.
Mis muñecas estaban libres, mis tobillos también. El fuego se había extinguido por completo allí.
-Falta poco -agregó Alice impaciente- Traeré a los otros. ¿Debería tomar Nancy…?-
-Sí, matenla alejada…
¿Qué? No. ¡No! ¿Qué quería decir? Mantener a mi hermana alejada. ¿En qué estaba pensando?
Estiré mis dedos, la irritación se abrió camino a través de mi perfecta fachada. El cuarto estaba silencio a no ser por el martilleo de mi corazón mientras ellos contenían la respiración por un segundo en respuesta.
Una mano apretó mis voluntariosos dedos.
-¿Jaz?
El fuego rasgó más caliente todavía a través de mi pecho, viniendo de mis codos y rodillas.
-Los traeré ahora mismo -dijo Alice, con un ligero tono urgente, y yo escuche el sonido del viendo mientras se alejaba.
Y luego…paso.
Mi corazón se salió, golpeando como las asas de un helicóptero, el sonido como sola nota sostenida; sentí como si esto demoliera mis costillas. El fuego flameó en el centro de mi pecho, absorbiendo las últimas llamas de fuego del resto de mi cuerpo para abastecer de combustible la más grande quemadura. El dolor era suficiente para atontarme, para atravesar mi control de hierro en el juego. Mi espalda se arqueó, doblada como si el fuego me arrastrara hacia arriba desde mi corazón.
Dejé que ninguna otra pieza de mi cuerpo rompiera fila mientras mi torso estaba caído hacia la cama.
Se convirtió en una batalla dentro de mí. Mi sobresaltado corazón hacía carrera contra el fuego. Los dos iban perdiendo. El fuego estaba condenado, habiendo consumido todo lo que le servía de combustible; mi corazón galopeó hacia su último latido.
El fuego se restringía, concentrándose dentro de ese único órgano humano con una oleada final, insoportablemente. La oleada fue respondida por un profundo ruido sordo, como un hueco. Mi corazón tartamudeó dos veces, y luego sonó quieto de nuevo sólo una vez más.
No había sonidos. No respiraciones. Ni siquiera las mías.
Por un momento, la ausencia del dolor fue todo lo que yo pude comprender.

Y luego abrí mis ojos.







Bueno, hasta aqui llego esto. Gracias a todos los que leyeron esta novela que me costo bastante hacer, me tomo mucho tiempo, pero bueno. Valio la pena. Agradezco a mi hermanita twilighter Romina que desde el comienzo fue la primera que lo leyo y me siguio dando impulso para que siguiera escribiendo :) te quiero mucho Romi!! 
y por supuesto gracias a Stephenie Meyer por crear Twilight Saga y a estos hermosos personajes que me inspiraron a escribir esto.
Todos los personajes, lugares y demas pertenecen a Stephenie Meyer, menos Jazmin y Nancy Cullen que son de mi invención.

Dedicado a Nancy Monte. Te extraño mucho, mi hermanita Alice.

22. Puntos Suspensivos.


Minutos que parecian horas. En la sala no se escuchaba nada. En realidad, para mi no se escuchaba, porque apostaba que Edward, Bella y Renesmee escuchaban. Esme estaba apoyada contra la pared y Emmett entraba y salia a cada rato de la habitacion sin intercambiar palabra. Alice estaba en la sala central con Jasper para vigilar el futuro, ya que estando cerca de Renesmee alteraba la vision. Yo miraba a Edward. El estaba inmutable vigilando seguro la mente de Alice. Nadie decia nada. Pero mi desesperacion se hacia notar. Y mucho. De repente, un ambiente de tranquilidad inundo mi mente. Tenia la esperanza de que todo saldria bien. Solte un suspiro profundo. Todo me hacia recordar a un tema de Avril Lavigne. Y la empecé a tararear…muy despacito…

I miss you, miss you so bad
i don't forget you, oh it's so sad
i hope you can hear me
i remember it clearly

The day you slipped away
was the day i found it won't be the same

I didn't get around to kiss you
goodbye on the hand
i wish that i could see you again
i know that i can't

i hope you can hear me
cause i remember it clearly

The day you slipped away
was the day i found it won't be the same

I had my wake up
won't you wake up
i keep asking why
and i can't take it
it wasn't fake
it happened, you…
-suspiré –you…passed by…

Edward me abrazó fuertemente mientras Renesmee apoyaba una mano en mi hombro y Bella me besaba en la cabeza.
-Todo va a salir bien –me susurró –ya vas a ver…
Espontáneamente, Alice estaba a mi lado, me tomo del brazo y solo escuche un “vamos” bastante apagado.
-¿Alice? –pregunté, pero no me contestó. Mire a Edward que tambien estaba extrañado.
Bajamos a toda velocidad la escalera hasta el segundo piso donde estaba su cuarto. Abrió la puerta de un empujón y me hizo entrar con ella. Su rostro estaba como duro, sin sensibilidad, sin nada. Blanco como la nieve, medio oscuro debajo de los ojos por la preocupacion tal vez…y los labios fruncidos. Me dio miedo. Jamas la vi asi. Parecia realmente un…un vampiro.
-Esto no puede suceder –susurró para ella misma –no ahora…
-¿Alice? –volví a preguntar.
-¡Quedate quieta! –me dijo –esto va a costarme, pero voy a hacerlo…
-¡¿Qué…?!
Sin advertencia alguna, estuvo a mi lado en dos segundos, corrio mi pelo de mi cuello y me mordio.
-Al… -fue lo ultimo que dije. Despues no pude hablar más.
Senti sus dientes afilados cortar mi garganta y luego la ponzoña entrar en mi organismo. Los intentos de decir algo eran en vanos, mi garganta no emitia sonido. Sentia mi corazon latir con mas fuerza, como desesperante. Solte un grito de dolor. Los dientes eran punzantes y el veneno caliente. Escuche que golpeaban la puerta ferozmente.
-¡Alice, abre en ese momento! –la voz de Edward era amenazante. Alice no separaba su boca de mi cuello. Yo cada momento me sentia mas debil y mi voz se iba apagando-¡ALICE, ABRE AHORA! –insistia la voz de mi padre. Escuche un estronido fuerte y la puerta voló hasta chocar contra la pared contraria -¡Sueltala! –gruñó.
Y paso algo que no pense que no pasaria nunca. Alice separo sus labios de mi cuello y gruñó como una tigresa a Edward. Me estaba mezquinando. Otro gruñido profundo se escuchó. Mi padre le contestó.
-Jamas la hubieras transformado –le contestó Alice –su hermana se esta muriendo y decidieron transformarla…pero tu decidiste transformarla mas adelante. Eso es injusto.
-¡Esta sufriendo!
-¡Sufriria mas sin su hermana! –senti sus brazos helados en mi cintura. Di otro grito de dolor. Otros brazos tambien me sostenian –espero que la ponzoña haya sido suficiente –le dijo Alice al que suponia que era Jasper. Ella no habria permitido que Edward se me acerque.
El cuerpo se me fue durmiendo de a poco, como que iba cediendo a la ponzoña. Me acostaron en la cama de Alice y Edward estuvo al segundo al lado mio.
-Jaz, mirame…aquí estoy… -susurraba mientras me tomaba de la mano.
-No ibas a transformarme… -solte bajito. No podia hablar mucho.
-Si, iba a transformarte. Lo prometi –beso mi frente –pero lo iba a hacer mas adelante…
-No me dejes… -susurré.
-No, jamas –me dijo.
De repente, me senti cansada. Cerre mis ojos y una oscuridad inmensa atrapo mi mente. Queria escaparme, pero estaba demasiado cansada, asi que deje que esa oscuridad me absorviera. Mi cuerpo estaba demasiado cansado, como si hubiera corrido horas por el bosque espeso. Mis brazos se hundieron en el colchon y suspiré. Solte el aire que habia en mis pulmones y parecia que me iba a dormir. De repente, la ponzoña, que hasta ese momento era solo caliente, empezó a calentarse aun más en mis venas. Sentia fuego vivo en mi cuerpo. Grité.
-¡¿Qué hice, hice algo mal?! –se apresuró la voz de Alice por arriba de mi grito.
-No –murmuró Edward –es el veneno.
El fuego parecia expanderse cada vez mas por todo mi cuerpo. Fuego. Más fuego. No podia apagarlo, ya no habia forma. Era insoportable. Sentia mi corazon que iba a mil por horas como bombeando lo que podia apagar ese fuego. Las llamas empezaron por los brazos, siguieron por mi pecho y empezó a actuar en mis piernas. Di otro grito más agudo de dolor. Mi cuerpo se retorcia fuertemente, tanto que parecia que me iba a quebrar los huesos. Senti cuatro esposas frias que me tomaron de las muñecas y de los tobillos para que me quedara quieta. Por mas frias que eran, no podian apaciguar ese fuego. No podía respirar más. Me había ahogado una vez anteriormente, pero esto era diferente. Mi garganta estaba ardiendo. Partes de mi se despedazaban, se quebraban, se desprendían…
Más oscuridad.
Voces, esta vez, gritando, mientras el dolor volvía.
-¿Cuánto tiempo la mordiste Alice? –levanto la voz Edward.
-¡No lo se, unos dos minutos!
Senti unos ruidos metalicos y por ultimo una inyeccion en el lugar de la mordida, otro en mis muñecas y otro mas en mi pecho. Fue algo brusco, pero realmente no lo senti. Todo eso seguro que era la morfina, anestesia o lo que haya sido, pero por ahora no estaba ayudando.
La oscuridad se precipitó sobre mis ojos con más intensidad que antes. Como un grueso vendaje, rápido y firme. No cubría solamente mis ojos, sino a mi también con un peso aplastante. Estaba agotada como para luchar contra ello. Sabía que sería más fácil rendirme. Dejar que la oscuridad me empujara, mas abajo, abajo donde no había ningún dolor ni ningún cansancio ni ninguna preocupación ni ningún miedo.
Mi mente seguia intacta. Podia seguir pensando claramente, muy poco, pero algo. La mayoria de mis pensamientos eran atravesados por el dolor.
-¡¿Que paso?! –gritó una voz grave. Seth. Maldicion.
-Lo que tarde o temprano iba a pasar, cachorro –soltó Jasper.
El gruñido del lobo se sintió en el cuarto, siendo tambien igualado por otros gruñidos.
No Seth. No ahora. La noche anterior lo habiamos hablado. Esto no tenía solución. Ya habia tomado mi decisión, la mas importante. Tenia que respetarla. Si realmente me queria, tenia que respetarla. Pero aun asi, su voz con odio y con dolor  me dolio tambien. No me gustaba herirlo. Queria saltar de la cama y abrazarlo. Decirle que todo estaba bien y que mi familia y yo  hariamos todo para que saliera bien, que confiara. Pero era imposible seguir pensando. Lo minimo ya estaba siendo atacado por el dolor. Y el calor. Sentí el pulso detrás de ese furioso fuego ahora en mi pecho, y me di cuenta que había encontrado mi corazón otra vez, justo en el momento que hubiera deseado no hacerlo. Deseaba haber abrazado esa oscuridad cuando todavía podía. Quería levantar mis brazos y agarrar mi pecho abierto, arrancar mi corazón, cualquier cosa pasa deshacerme de esta tortura. Pero no podía sentir mis brazos, ni siquiera uno de mis dedos. Habia perdido todo sentido. El fuego ardió más y yo quería gritar. Rogar porque alguien me matara ahora, antes que vivir un segundo más en este dolor. Di un grito más, pero más debil. Ya no era el mismo. Pero aun se sentia el dolor.
Me di cuenta que la oscuridad no era lo que me mantenía abajo; era mi cuerpo. Tan pesado. Enterrándome en las llamas que ahora salía de mi corazón, extendiéndose con un dolor casi imposible a través de mis hombros y estómago, subiendo por mi garganta, lamiéndome en la cara. Otro grito. Este fue más fuerte.
Eso no era lo que Seth esperaba. Escuche el gruñido furioso atravesando el cuarto y rompiendo el ventanal. Se habia ido. No. No cuando más lo necesitaba. ¿Por qué me hacia esto? Me habia prometido que se quedaría. Pero no. Mi Seth me habia dejado.
Otro grito más de dolor y las cuatro manos sosteniendome. Por un momento que parecía nunca acabarse, era todo lo que había. Sólo la tortura encendida, mis chillidos silenciosos, suplicando que la muerte llegue. Nada más, ni siquiera más tiempo para hacer esto infinito, sin un comienzo y sin un final. Un infinito momento de dolor.
La interminable quemadura seguía violentamente.
Pudieron haber sido segundos o días, semanas o años, pero eventualmente, el tiempo pasó a significar algo, de nuevo.
Tres cosas pasaron juntas, creciendo de una en otra por eso no supe cuál fue la primera: el tiempo restaurado, el peso de la morfina descolorándose y me hice más fuerte.
Podía sentir que el control de mi cuerpo regresaba a mi incrementándose, y esos incrementos fueron mi primera señal de que el tiempo transcurría. Lo supe cuando fui capaz de mover nerviosamente mis pies y mis dedos y cerrarlos en puño. Lo sabía, pero no actuaba en ello.
Aunque el fuego no bajaba ni un solo grado, de hecho, empecé a desarrollar una nueva capacidad para experimentar, una nueva sensación que apreciar, separadamente. Cada lengua abrasadora de la llama que lamió por mis venas pude descubrír que podía pensar a pesar de ello.

Queria gritar, pero no podia hacerlo. Mis labios y mi boca estaban inmovilizados. No podia gesticular ni nada. Tenía sólo la suficiente fuerza para quedarme echada allí mientras era carbonizada viva.

viernes, 14 de enero de 2011

21. Desesperación

Sin entender que pasaba, senti que alguien venia destras mio. Los pasos tan premeditados, pero perfectos me sacaron de mi mente. Me di vuelta con cierto temor en los ojos. Era Rosalie con Embry y Emmett.

-¿Dónde esta Nancy? –me preguntó Emmett.

-No lo se –dije y me interrumpió de nuevo su grito.

-Voy por ella –dijo Embry y empezó a correr. Cuando ya estaba al limite del bosque entro en fase.

-Vamos –le dijo Emmett a Rosalie. En eso llega Edward con los demas.

-¿Qué ocurrio? –preguntó Alice.

-Alguien se llevo a mi hermana –respondi con fieresa.

-Voy a disimular la fiesta –dijo Esme –veo lo que hago.

-Voy contigo, abuela –dijo Renesmee.

-Ve Alice con ellas. Jasper, quedate por cualquier cosa. Jaz y yo vamos a seguir el aroma de Emmett –me dijo Edward. Ellos se fueron dentro de la mansion. Edward me tomo de la mano mientras corriamos hacia el limite juntos. Cuando estabamos mas adentro del bosque, me subio a su espalda y corrio a velocidad vampiro.

El bosque estaba sumido en un silencio sepulcral para el oido humano. Todo pasaba al lado mio a velocidad vertigo. No podia creer que algo pasara justo en el dia de nuestro cumpleaños. Edward estaba tenso. No corria como corriamos cuando lo haciamos para divertirnos, ahora lo estaba haciendo como si estuviera por atacar a alguien. Su cuerpo frio y duro ahora estaba tenso.

Pasamos unos arboles caidos, unas espesuras y llegamos a nuestro claro.

-¿Dónde estan? –pregunté ansiosa.

El se detuvo y me colocó justo detrás de él. Detrás nuestro venia Bella y me tomo del brazo poniendome entre ella y Edward. Yo no podia ver nada, todo era oscuro y un poco iluminado por la luna llena. Concentrandome mejor, a nuestra izquierda estaban Rosalie con Emmett agazapados, esperando alguna reaccion. En ese momento, se escuchan unos gruñidos procedentes del bosque.

-¿Qué esta ocurriendo?

-Embry esta luchando con el lobo-vampiro –contestó Edward frio.

-¡¡¡¿¿¿Cómo???!!! –pregunté asustada -¿Nancy donde esta?

-No lo sabemos…no sentimos su aroma.

-Voy a ayudar al lobo –dijo Emmett y salio corriendo.

-Te acompaño –dijo tambien Rosalie.

-Voy a ayudarlo –dijo Edward y me miro –quedate con Bella. Junto con ella no te va a pasar nada. Los lobos andan cerca y en unos segundos llega Alice y Jasper.

-Edward, no… -quise decir pero me interrumpió.

-Es por tu hermana y por ti porque lo hago –me beso en la frente –te quiero.

-Yo tambien –le conteste –por favor, ten cuidado.

-Amor, cuidate –lo abrazó Bella.

-Voy a estar bien, mi vida –respondio el.

Diciendo esto, se volvió y corrio con sus hermanos. A los pocos segundos, llego Alice con Jasper mas preocupados que lo de costumbre.

-Carlisle les pidio a los invitados que se retiren por una emergencia –contó Alice –era lo mejor.

-Esta bien –contestó Bella.

-Voy con los chicos –decidio Jasper –dentro de unos minutos van a venir Carlisle, Esme y Nessie. No van a quedar solas.

-Esta bien –contestó Bella.

Jasper beso a Alice y se fue por donde se fueron los demas. Estabamos atentas a cualquier sonido que pasara a nuestro alrededor. Bella estaba delante mio y Alice a unos pasos de distancia. De repente, Bella se entresmecio.

-¿Qué ocurrio? –pregunte instantaneamente.

-Nada, nada… -soltó.

-¡Bella, por favor, dime si pasa algo!

Ella no contesto y parecia que no iba a contestar. Mire a Alice y ella estaba mirando por detrás suyo. Al segundo aparecen Carlisle con Esme y Nessie.

-¿Dónde estan los demas? –dijo Carlisle.

-Ahí vienen –dijo finalmente Alice.

Por la oscuridad por la cual se habian ido, aparecio Jasper flanqueado por Edward, Emmett y Rosalie. Emmett llevaba a Nancy en los brazos. Estaba desmayada. No me importó mi familia y corri a su encuentro.

-¡¿Qué ocurrio?! –grité y la tome de su rostro.

-Esta inconciente. Parece que el lobo…le hizo algo. Esta sangrando –murmuró Emmett. Al instante, Carlisle estaba detrás de mí.

-Nancy, ¿me oyes? –preguntó, pero no hubo contestación. Tome su pulso. Estaba muy debil. Tome su rostro nuevamente desesperada.

-¡¡¡Nancy, por favor hermana, contestame!!! –suplicaba –por favor, hermana…no me hagas esto…no ahora…

-Carlisle…–murmuró Rosalie en seco.

-Llevenla a la casa, al sector medico. Voy a hacerles unos estudios. No creo que la haya mordido.

Eso me estremeció. ¿Qué podria pasarle a mi hermana si esa maldita criatura le hubiera hecho algo? ¿La convertiria…en mitad lobo y mitad vampiro? El sufrimiento, el dolor de la transformacion que me dijeron Edward y Carlisle no me gustaba nada. Y eso que solo era de vampiro. Mire el rostro mi hermana. Mas palida que la luna misma, fria como el hielo…parecia muerta.

-Vamos a llevarla –gruño Emmett.

-¿Y el lobo? –pregunte desesperada.

-Huyo –susurró Embry.

-No… -solté yo –no, no, no, no –repetia –Edward, hay que atraparlo –me di vuelta y lo mire al rostro –por favor…

-No quiero arriesgarte mas de lo que ya estas. Asi como la criatura vino por ella, tranquilamente puede venir por ti –Emmett, Rosalie, Embry y Carlisle con Esme se iban hacia la casa.

-Entonces transformame. Ahora –le suplique y miraba a Alice –Alice, tu puedes hacerlo, ¿verdad?

-Emm… -dudo mi hermana –no lo se… -miró a Jasper que estaba a su lado –no se si pueda contenerme hermana…

-¿Bella? –murmuré –se que tienes autocontrol. Puedes intentarlo.

-Jaz –llamó Edward –si te conviertes ahora, vas a estar tres dias retorciendote del dolor. Tal vez tu hermana se recupere antes y podamos evitarlo.

-Papá, transformala –hablo Renesmee a mi favor. Todos quedaron con la boca abierta –yo voy a ayudarla a cazar ese animal –esta vez me miro a mi –voy a tratar que ese lobo-vampiro quede en esta zona durante estos dias, mientras Nan y tu se van transformando. Prometo hacerlo.

-Gracias, Renesmee –solté.

-Es ridiculo hacerlo por desesperacion –bufó Edward.

-¡No es ridiculo! –grité –ese lobo, no entiendo porque, nos quiere a mi hermana y a mi. Y es capaz de destruir a la familia. No quiero generar eso. Y la unica forma de detenerlo es transformandonos –mi decision era firme –llegamos a la casa y alguien de ustedes me convierte, no me interesa quien sea –me cruce de brazos.

Hubo un silencio que solo era interrumpido por mi respiracion y mi corazon que latia fuertisimo. Era obvio lo que estaban pensando: “Edward esta en contra, pero Jaz tiene razon”. Por supuesto que la tenia. Suspire fuertemente para llamar la atencion. Una forma para decirles que se apuren en decir lo que tenian pensado.

Por mi parte, no queria arriesgar mas a la familia. Esto era mi problema, y si tenia la posibilidad, lo iba a enfrentar yo sola. Ni mi hermana se meteria. Yo, la vampireza neofita, contra un lobo mitad vampiro. Eso seria genial en verse.

-Me parece razonable –soltó Jasper –en fin, ¿Qué otra salida hay?

-Luchar nosotros sin involucrarlas –sonrió sin felicidad Edward.

-Pero sabemos que esa criatura no tiene limites. Y no sabemos si hay mas…si uno pudo contra cinco de nosotros mas tres lobos… -dejo inconclusa la frase Alice.

-Ya saben mi opinión –Renesmee levanto las manos como rindiendose.

-¡Esta bien, esta bien! –se rindió Edward. Se dio vuelta y me miró –pero si algo sale mal, esto es solo tu culpa y nada mas que tuya.

-Acepto conllevar los problemas que acarree esto –mire a los demas –gracias, en serio.

-Ya sabes, cuando quieras, hermanita –sonrió Jasper.

-Vamos a la casa –soltó Renesmee –veamos como esta Nancy.

Me subi en la espalda de Edward y todos corrimos hacia la casa. Notaba que Edward estaba vencido, pero ahora me daba culpabilidad hacerle esto. Sabia que era una buena salida, y podria ayudarlos, pero iba a estar sedienta de sangre humana y estaba arriesgando a medio mundo. Pero confiaba en mi familia. Sabia que no iban a dejar que nada pasara alrededor mio.

Recorde el rostro de mi hermana. Palida, fria, poca pulsaciones…casi muerta. ¿Qué habria ocurrido? No queria imaginarlo. Si no, humanamente, iba a presentarme para matar a ese lobo con mis propias manos. Pero algo tuvo que haber pasado para que ella este en ese momento asi. Ella no era para nada impresionable con nada. Era muy dificil de asustarla, pero esta porqueria lo habia logrado.

Llegamos a la casa, baje de la espalda de Edward y corri hacia el tercer piso. En la puerta de un gran cuarto estaba Rosalie con Esme que la abrazaba y Embry.

-¿Nancy? –pregunté.

-Adentro –señaló Embry.

Sin detenerme a mirarlos, empujé la puerta con Edward a mis espaldas. Entre y vi la misma camilla donde hace unos dias estaba yo acostada, pero la situacion era peor. Habia cables, tubos y aparatos por todos lados. Mi hermana estaba todavia dormida, palida y con un gesto de normalidad, pero sumamente dormida. Parecia un angel teniendo una pesadilla. Me acerque a la cama, tome su mano y llame a Carlisle.

-Carlisle…¿Qué paso?

-Esta en coma. No responde a ningun signo, solo su corazon sigue latiendo. Todo lo demas esta paralizado –algo dentro mio se contrajo. Bronca –puede respirar por ella sola, pero no se por cuanto tiempo –suspiró –la verdad, no se que tiene. Pareciera como que…le emplearon un tipo de mecanismo para dormirla profundamente, pero no hay mordidas, ni golpes ni nada. Solo parece estar dormida.

Aprete su mano y la bese. Senti la mano helada de Edward en mi hombro.

-Carlisle, ¿cabe la posibilidad que podamos transformarla? –preguntó Edward.

-No –contestó –su estado es muy debil que no se si podria aguantar la ponzoña. El dolor…bueno, ya sabes. Pero ella esta muy debil y no veo la posibilidad de hacerlo –camino hasta la camilla y acaricio su cabello –solo podemos esperar.

Mire a mi hermana. ¿No podiamos salvarla? ¿Y ahora? Mis lagrimas no esperaron ninguna señal mia, solo salieron. No podia pasar esto. No ahora. No mi hermana. Ella no podia separarse de mi.

-Ya esta todo –concluyó Carlisle –vamos a dejarte a solas con ella.

Solo asenti con la cabeza. Senti un beso helado en mi cabeza y los dos abandonaron el cuarto. El “pip” de la maquina que controlaba su corazon, el goteo del suero que colgaba de su brazo y mis gimoteos interrumpian el silencio del lugar. Con una mano sostenia la suya y con la otra acariciaba su rostro, ahora inmutable. Me preguntaba que pasara ahora por su mente. ¿Estaria ella conciente de lo que pasaba a su alrededor? Ojala tuviera un poder para saber que habia pasado con ella. Un poder para leerle la mente o ver su pasado y ver lo que esa bestia le hizo. Los sonidos seguian retumbando en el cuarto. Yo seguia mirandola. Ese rostro que anteriormente estaba sonriente, colmada de alegria, ahora no decia nada. Absolutamente nada.

Me acerque y apoye mi oido en su pecho lentamente. No sabia con exactitud si estaba herida internamente y no queria hacerla sufrir mas, per queria intentar algo. Escuchar sus latidos. Pero fue en vano. Nada. Solo un debil golpe que parecia estar vencido. No queria saber mas nada. Me sente al lado de ella y segui mirandola.

Cada dia se parecia mas a mi madre. La miraba…y alli estaba ella. Sus ojos, su nariz, su cara de despreocupada. Gimotee un poco mas y me seque las lagrimas que habian salido. Tome mas fuerte su mano.

-Hermana… -pronuncie debilmente –Nan, aca estoy. Como siempre prometi que estaria. No voy a dejarte, ¿sabes? Jamas –acariciaba su rostro –nunca te deje y tampoco te voy a dejar –solte un poco de aire –guau…¿Quién iba a pensar que estariamos asi? En un cuento de fantasias…donde todo es real…vampiros, hombres lobos…y nosotros compartiendo eso –sonrei triste -¿Quién lo pensaria…? –no pude acabar, por que un dolor invadio mi pecho. Un dolor muy fuerte, como un desgarramiento interno que no aguante y lloré. Lloré fuertemente. No podia creer lo que pasaba, me parecia todo una pesadilla. Sentia la leve esperanza de que me despertaria y que ella estaria acostada a mi derecha, sonriente y viendome dormir. Tenia la leve esperanza de levantarme y acostarme a su lado para hacer una de nuestras hermosas charlas matutinas que siempre tuvimos. Pero cada minuto que pasaba, todo parecia mas real. El dolor, la agonia…la peor situacion del mundo. Mi hermana estaba mal, muy mal. Esto no podia ser. Habia prometido que la cuidaria. Jamas me lo perdonaria. Mis lagrimas eran una cascada, el dolor se hacia mas fuerte.

-Nan… -logre decir. Sin contenerme, empece a hablar en español –hermana…por favor, no me dejes…no se como seguir…no se como seguir sin vos, sin tu sonrisa…por favor…quedate…no me dejes…¡¡¡por favor!!! –suplicaba en lagrimas y en voz baja -¡¡¡sos todo en mi vida, por favor no te vayas Nancy!!!

Llore ocultando mi rostro en su brazo. No aguantaba ya mas. No queria saber mas nada. Queria que ella se quedara. No importaba lo que costara, ella tenia que quedarse. Senti que todo mi mundo se derrumbaba, sin retroceso. Todo caia y se hacia trizas. Lloraba con dolor y fuerza, con desgarramiento. Mi hermana estaba mal y yo no podia hacer nada. Pero algo interrumpió mi llanto.

Un pitido largo…un pitido largo y muy profundo invadio el lugar. Mire el aparato. No latia. No latia mas.

-No… -me ahogué –no…no, no, no, no, no, no…¡¡¡NO, NO, NO, NO, NANCY, POR FAVOR, NO!!!

Carlisle entro a las volandas por la puerta junto con Emmett pisandole los talones y Rosalie.

-Su corazon se detuvo –Carlisle empezó a dar ordenes –Emmett, el disfribilador…

-¡¡¡NO, NANCY, POR FAVOR NO!!!

Carlisle tomo su muñeca derecha y buscaba su pulso. No lo encontraba. Yo solo veia borrones andar alrededor mio. Yo no me separaba de ella.

-¡¡EDWARD!! –llamo Rosalie. A los dos segundos senti sus manos tomandome de los hombros.

-¡¡No, Edward, no me hagas esto!! –gritaba -¡¡¡NANCY, NO!!! -Edward me tomo sin ningun esfuerzo, pero sin lastimarme, y me sacaba de la sala. Antes de salir mire por ultima vez a mi hermana, que estaba inmovil y Carlisle preparandola para revivirla –Nancy…no me dejes… -murmuré.

-Vamos –susrró Edward y salimos de la sala.

viernes, 3 de diciembre de 2010

20. Fiesta

La tarde paso veloz. Ya faltaba poco para que los invitados llegaran y no sabia que ponerme. Tenía las remeras de Paramore y Avril, pero quería ponerme algo que ya no habían visto antes. Pero Alice me gano de mano y en la puerta de mi placard había una caja con ropa para mí de mi estilo. Sonreí.

Las chicas entraron rápido y medias desesperadas a buscar sus ropas. Realmente, mi cuarto se convirtió en idas y venidas. Planchita, maquillaje, accesorios y más cosas tiradas alrededor de todo el cuarto.

-Vamos bajando –me aviso mi hermana.

-¡Esta bien! –les grite del baño mientras me planchaba el pelo.

Cuando salí, mi cuarto era un revuelo de ropa. Entre la ropa de Nancy, Amy y mia no se diferenciaba. Finalmente, me puse la ropa que me regalo Alice: una musculosa negra, un pantalón jean celeste que en las rodillas y en otras partes estaba cortado y mis converse negras. Me mire al espejo.

-Dieciocho años finalmente –susurré.

Mis padres seguro que querían estar en ese momento conmigo, y para mi lo estaban. Los sentía. Sonreía por que me los imagine. Los extrañaba mucho, pero seguro que estaban muy agradecidos con Carlisle y Esme por abrirnos las puertas de su hogar, y con Edward, que me cuidaba un montón. Si que estarían felices.

En eso, pensé en Seth. El también vendría. ¿Cómo debía reaccionar? No tenía la más pálida idea. No sabia como enfrentarlo ni que decirle. Mire el reflejo y ví la guitarra en su funda. Decidí que era mejor que la lleve a un lugar mas seguro, al cuarto de Edward.

Salí del cuarto con la guitarra cargada al hombro, cuando escucho un barullo viniendo del piso de abajo. Era extraño. Siempre había un silencio bastante cómodo en esa casa, ahora había ruidos…

Empecé a bajar las escaleras para investigar, cuando esos ruidos empezaron a aminorar y luego comenzaron con más coherencia. Ahora era mejor. Y eso sonaba a…

Turn up that radio
Hear the rock and roll
Malibu shines like summer gold
Wild beaches
In the salty wind
California summers never end
 

En la mitad del verso, ya estaba en el piso de abajo corriendo hacia donde estaba mi hermana en la batería nueva y cantando. Fui hasta los amplificadores y enchufe rápido mi guitarra. Era nuestra canción favorita de The Runaways, California Paradise. La acompañe cantando en el coro y en el resto del tema hasta que llego esa parte favorita. El solo era mortal, aparte que me lo sabía. Finalmente, mirando a Esme y Carlisle que me hicieron un signo de afirmación con la cabeza mientras sonreían, subí el amplificador a todo lo que daba y toque el solo. Toda la familia estaba ahí escuchándonos. Logre ver a Edward, sonriente, asomado en la parte superior de la escalera. El sonido de la guitarra era espectacular, por no hablar de la batería, el sonido de esa Mapex me hacia cosquilleo en el estomago. Seguro se la había regalado Emmett y Rosalie. Después del solo, venia el coro de nuevo, pero estando en el micrófono, cambie la letra.

Forks - you're so nice
Forks - your paradise

Hice el segundo solo. Emmett pego un grito de excitación y levanto las manos haciendo cuernos. Yo me largue a reír. Alice estaba realmente sonriente, junto con Jasper que lo veía medio indeciso. Rosalie sonreía mientras estaba siendo abrazada por Emmett por la espalda. Bella estaba junto con Amy y Edward, pero Jasper ya no estaba. ¿había pasado algo? De un momento a otro tampoco estaba Emmett. ¿estábamos siendo atacados y nosotras los estábamos distrayendo?

En un segundo, siento que había un bajo acompañándonos. Y una guitarra más hacia el punteo. Jasper al bajo y Emmett con su Gibson dando su máximo poder del rock. Era muy raro verlos así. Y me hacia sentir mas contenta.

Finalizamos el tema excelente. Toda la familia nos aplaudió y pedían a coro una mas. Instantáneamente, hice un repaso mental de los temas que nos sabíamos. Quería seguir con Runaways, así que el siguiente tema fue I Wanna Be Were The Boys Are a dúo con Nancy. Todos reían y la estábamos pasando genial. En medio del tema, veo que nuestro publico se iba agrandando…iba llegando gente. Me puse colorada y no sabia que hacer. Mire a Jasper y me dijo con mímica que siguiera.

Cerré los ojos y seguimos tocando hasta que la casa casi se lleno. La mayoría de mis compañeros estaban ahí, saltando al compás de la música. Era realmente genial. Entre la multitud, veo que llegaba Reneesme. Al momento que la ví, me empezó a doler el cuello. No sabia porque. Bella la abrazó como aliviada y también la abrazó Edward, que le dijo algo al oído. Cante como pude, con su mirada con un poco de culpabilidad taladrándome de a poco.

Tocamos unos temas más de Paramore y luego bajamos. Tenía la mano a más no poder y la boca seca. Apenas dejamos de tocar, Alice puso música por los altos parlantes y la gente iba dispersándose. Baje, me felicitaron y fui al encuentro con Hayley, Josh, Zack y el primo de Zack que iba a un año mayor al de nosotros, Jeremy.

-¡Wow, estuvo genial! –dijo Hayley mientras me abrazaba.

-Eso es rock –reía Josh y me saludo.

-Y tu hermana genial en la batería –comentó Zack -¡estuvo espectacular!

-Gracias –reía yo –hace tiempo que no tocábamos.

-Estuvo realmente de diez –acotó Hayley – ¡te re felicito!

-¿Y el tema del brazo no te molesto? –preguntó Josh.

Veo que Nessie levanto la cabeza como si la hubieran llamado. La ignore y conteste.

-No, ya esta mejor.

-Eso es actitud rock –dijo Jeremy sonriente.

-Gracias. Y con su permiso, voy a tomar algo. Tengo la voz agotada.

Fui hasta la mesa de las bebidas y estaba por servirme un vaso de gaseosa cuando una mano me detiene.

-Toma –me dijo la voz grave de Seth mientras me daba el vaso. Lo mire -¿sorprendida?

-Bastante –admiti sin poder mirarlo.

-No podia quedarme con la duda de que paso con mi jovencita Cullen –sonrió.

-¿Viniste solo? –pregunté mientas revisaba el salon con la mirada.

-No, vine con Jacob y Embry.

-Ah –exclame mirando para el piso. Todavia no podia verlo a los ojos. La vergüenza de la tarde anterior todavia rondaba en mi cabeza. El, muy romantico, me habia confesado su amor. Y yo solo quise irme.

-¿Podemos hablar un minuto a solas? –me pidió.

-Emmm…no se –realmente estaba indecisa.

-Por favor –me suplico con los ojos.

Dude por unos minutos.

-Esta bien –accedí –vamos hacia el patio.

Salimos de la sala. Senti la mirada de Edward en mi espalda, furiosa y protectora, pero solo lo mire de reojo. Tenia miedo de no pode salir a hablar con Seth si lo miraba completamente.

Cuando salimos, el aire estaba mas fresco de lo habitual. El limite del bosque nos aseguraba que adentro del mismo estaba bastante tenebroso. No habia luz alguna, solo el reflejo que venia de la casa. Las estrellas en el cielo brillaban y se mostraban con facilidad. Recorri el pequeño claro seguida por Seth. Me di vuelta para cerciorarme si me seguia, ya que no escuchaba sus pasos. Ahí estaba el, parado, mirandome. De repente, su voz interrumpió el arrullo del viento.

-Te traje un regalo –dijo y del bolsillo de sus pantalones oscuros saco un paquetito rojo. Se me acercó, me tomo de la mano y lo colocó en mi palma. El sonreia.

-Seth –sonrei finalmente –no te hubieras molestado…

-No es la gran cosa, pero quiero que lo tengas…

Lo tome y lo abri. Saque lo que parecia una pulsera de hilo sisal que en el centro habia una piedra con un color parecido al fuego. Estaba rodeada con el hilo sisal que lo envolvía y en el resto del cordel estaba finamente labrado.

-Seth…es hermoso…

-Esa piedra nos identifica a nosotros. Nunca supe bien el nombre, es algo en latin, pero si se bien que identifica al fuego. Es una pidra bastante llamativa y hermosa. Pense en dartela, para que tengas algo mio. Es sencillo, pero hecho con el corazon.

-Es hermosa –dije maravillada –gracias… -dije y lo abracé. El tambien me estrecho hacia su cuerpo. No queria separarme y el tampoco hizo movimiento para alejarse. Asi que quedamos abrazados por un momento. En ese lugar, no me interesaba lo que habia pasado ayer. El estaba conmigo, nada mas.

-Perdoname lo de ayer –susurró –no tenia que haberlo dicho…

¿Realmente me estaba pidiendo perdon? Seria una verdadera idiota si dejaba que el me pidiera perdon por abrir su corazon y declararme su amor.

-Seth –lo interrumpí –no tienes que pedir perdon. Es ridiculo. En todo caso, yo tendria que pedirte perdon –suspire –ayer…sali corriendo como una tonta. No era justo. Fue una falta de respeto hacia ti y hacia tus sentimientos. Perdoname.

Acercó su rostro al mio hasta que su frente tocó la mia.

-No es necesario que me pidas perdon. Te perdone desde el segundo que te fuiste. Yo fui el tonto que apresuro las cosas…

-No sigas culpandote, por favor. Haces mas dificiles las cosas –dije y enterré mi rostro en su pecho.

-Esta bien –rio. Su profunda risa retumbo en su cuerpo –pero dime –agregó mientras pasaba sus brazos por mi cintura -¿Por qué saliste casi corriendo? ¿Hice algo mal, te lastime?

-No, para nada –murmure- solo…tuve miedo.

-¿Miedo? ¿Por qué?

Volvi a suspirar. Esto iba a costar mas de lo que yo esperaba.

-Seth…creo que yo siento lo mismo por ti. No se como explicarlo, pero cada vez que describias como te sentias y todo lo demas…era todo lo que yo me negaba. Es la primera vez que me siento asi, y por eso no se como actuar y…

-Shhh, tranquila –dijo abrazandome mas fuerte –esta bien. No importa lo que hayas hecho, yo te sigo queriendo igual.

-Yo tambien te quiero –le dije mientras presionaba mas fuerte mi rostro contra su pecho ardiente y sentia sus labios pegados a mis cabellos.

En ese momento parecia que me habia sacado un peso de encima. Finalmente pude decirle todo lo que sentia a mi lobo favorito. Porque eso era lo el era para mi. Mi lobo. El que siempre iba a estar conmigo…o eso creia.

-Seth…

-¿Qué sucede? –preguntó.

-¿Qué vas a hacer la semana que viene cuando yo…? –sabia que el entendia mi silencio en la ultima parte.

-Eso me lo vengo preguntando hace varios dias –confeso. Levante la cabeza para mirarlo a los ojos. Estaba confundido.

-¿Pero te vas a enojar? Al fin y al cabo, no me queda otra…

-Tenes una salida…-soltó.

-¿Cuál? –pregunte esperanzada. Cualquier cosa que lo haga feliz era importante para mi.

-Que no te transformes –me miró fijamente –y que te vinieras conmigo a La Push.

Eso me volcó todo. No podia hacerlo. No podia dejar todo atrás e irme con mi lobo. Simplemente, el solo hecho de dejar a mi familia e irme me sonaba tenebroso. Yo tenia linaje Cullen, no podia ser que una Cullen sea parte del clan Quileute. Ademas, Edward…ni me animaba a pensarlo. No podia imaginarme mi vida sin Alice, Jasper…sin Edward. Pero tampoco sin Seth. Hacia dos segundos estaba mas que feliz estar de nuevo con Seth, pero todo se trasgirvesaba de nuevo. ¡Dios, porque todo es tan dificil!

-No, no creo que sea buena idea, Seth…

-Jaz, podemos hacerlo –empezó a sonreir con esperanza –vendrias conmigo. Estaras con Emily, Claire y las demas. Estan agrandando la casa de Emily, asi que no te hagas problema.

-Seth, no –dije ya firmemente. No podia dejar que se siga ilusionando.

-Jaz, es una posibilidad que no incluye muerte de por medio…

-Seth, esta es mi familia. Y voy a quedarme con ella y con mi hermana –volvi a ser firme.

-¡Tu hermana tal vez se case con Embry y va a ir a La Push!

Estuve en silencio un momento, pero era muy obvio que no iba a cambiar de idea. “Soy una Cullen –me decia –y debo quedarme en la familia”.

-Esta bien –bufó Seth –por lo menos lo intente –me beso en la frente –con tal que sigas viendome, y que me sigas queriendo, no importa lo demas.

-Eso suena bien –lo abrace mas fuerte.

-Ahora vamos adentro –dijo Seth –Embry te anda buscando. Esta fanfarroneando desde hace horas con su regalo.

Rei de buena gana.

-Vamos, dale.

Fuimos hasta cerca de la tarima en la sala principal. Seth me llevaba de la mano, como si realmente fueramos pareja. Vi que a Edward no le gustaba ni medio.

-¡Jaz! –la voz de Embry interrumpió en medio de la musica y lo demas. Agitaba su mano energicamente.

-¡Embry! –grité tambien y Seth me acercó hasta el -¿Cómo estas?

-¡Feliz cumpleaños! –dijo, me abrazo y me hizo girar a una velocidad vertigo.

-¡¡¡Embry!!! –grité sonriente. El paro tambien riendo y me dejo en el suelo.

-Te traje un regalo. En realidad, es parte de toda la manada, incluyendo a las mujeres, pero la idea es mia –dijo y me entregó una bolsa sonriente.

Mire a Seth, totalmente feliz, y abri mi regalo. Era una correa para la guitarra, totalmente artesanal, que en el centro tenia un dibujo relieve de un lobo aullando a la luna. Abajo, con una letra hermosa, estaba escrito mi nombre.

-El dibujo lo hice yo y las letras lo hicieron las chicas. Lo demas, lo hicieron una parte cada uno de los lobos –explicó.

-Es…¡precioso! ¡Gracias! –dije y lo abracé –hoy mismo lo uso.

-Estaremos observando –dijo Embry contento.

Pasaron las horas, la gente bailaba al ritmo de la musica electronica que habia puesto Alice y con las luces intermitentes, hasta que por alto parlante, la voz grave de Emmett anunciaba.

-¡Ahora, Jazmin y Nancy van a honrarnos con algunas canciones de su banda!

Yo estaba re colorada, pero ya lo habia planeado. Asi que junto con mi hermana, Amy que tocaba el bajo, Jasper en la segunda guitarra y yo, pasamos para tocar unos temas. Mientras me colgaba la guitarra con el colgante de Embry, note que mi hermana llevaba unos palillos diferentes. Antes que se sentara, la llame.

-¿Esos palillos? –le pregunte por lo bajo.

-Me los regalo Embry –sonrió. Tenia entallado cada palillo, un lobo aullando.

-Estan buenisimos –sonrei. Ella tambien me sonrió. No podia creer que estabamos juntas.

-Feliz cumpleaños hermana –sonreí y la abrace.

-Feliz cumpleaños hermana –tambien me dijo ella entre sollozos.

Toda la gente que observaba, aplaudia y gritaba. La bese y deje que se sentara en su bateria. Probamos el sonido y empezamos a tocar. Realmente, Jasper se lucía. Esos solos en Crushcrushcrush e Ignorance me dejaron con la boca abierta. Ni hablar en los solos de Dead and Justice. Realmente tocaba bien.

Terminamos el mini-recital siendo aplaudidos y gritados por todos los presentes. Realmente era genial. Nunca me habia sentido tan feliz en mi vida. Ese momento era perfecto. Rodeada por mis amigos, mi nueva familia, con Amy y con Nancy. Igual, de tan solo estar con mi hermana me bastaba. Ella era todo lo que tenia, toda esperanza de felicidad me lo proporcionaba ella. No podia estar sin ella.

Bajamos de la tarima y mi familia viene a saludarnos.

-Estuvieron geniales –Esme y su sonrisa maternal que amaba vino y me abrazó.

-Gracias, Esme –sonrei.

-Yo voy a ser el primero en comprar las entradas para verlas en el Hard Rock Café –bromeó Carlisle.

-No si yo te gano, Carlisle –dijo Emmett muy sonriente que fue y abrazó a mi hermana.

-Todos saben que voy a seguirte a sol y sombra –me susurró Edward cuando me tenia en sus brazos.

-Lo se –suspiré feliz.

En ese momento, veo que Alice se acerca corriendo a mi hermana. ¿Habia pasado algo? Le susurró algo al oido, pero no pude prestar mas atencion, porque note que tenia a alguien al frente que no era Edward.

-Jazmin…-susurró Reneesme.

-Reneesme –tambien salude sin mirarla.

-Papá –soltó y miro a Edward.

-Voy…a dejarlas a solas –dijo y se marcho.

El clima de repente se tensó. La miembro de la familia mas reciente que intentó matarme estaba al frente mio, con una mirada que hubiera conmocionado hasta el corazon mas duro.

-Jaz…yo…queria pedirte perdon por lo que hice. No debi hacerlo. Me sobrepaso los celos de que…mi padre te quiera mas que a mi.

-Reneesme, el te ama –le aseguré –sos su hija. Yo solo…soy una humana que el quiere, que proteje. Pero jamas de los jamases me va a querer como el te ama, Reneesme. Sabelo. Ademas, ya acordamos…-susurré lo ultimo –Despues de la tranformacion, Jasper va a hacerse cargo de mi. Se que no va a cambiar nada, pero es lo mejor. Edward lo aprobo.

Ella me tomo mi mano, vacilante, y me mostró la cara de Edward cuando decidi estar por un tiempo con Alice y Jasper.

-Lo sé, pero esta vez no va a pasar. Te lo prometo.

-Entonces…¿hermanas? –preuntó tambien vacilante.

-Hermanas –sonrei yo.

En ese momento, veo que Embry va corriendo donde esta Esme y Esme va y apaga la musica. Los invitados empiezan a quejarse, pero en un momento, un reflector lo ilumina y estaba delante de mi hermana. Alice se corrio un poco, pero la tomo a Nancy por el brazo. Embry se acerca un poco mas mientras Quil sostenia un micrófono cerca de su boca.

-Nancy –comenzo a decir. Mi hermana sonrió -Decir que te quiero es poco…tal vez decir que te amo me estaría precipitando…pero lo que siento es muy grande y hermoso. Es algo que el hombre no le ha puesto nombre, porque simplemente es indescriptible y muy difícil de sentir. No se como pasó simplemente pasó, tal vez fue con todas tus muestras de cariño desde que fuimos amigos hasta que llegamos hasta donde estamos. Siempre has demostrado estar a mi lado sin condición, preocupándote por mi como ni yo mismo lo hago…eres lo mejor que le pudo pasar a este mortal especial. Por eso es que estas primero que muchas cosas –en ese momento saco un bultito negro de sus pantalones y la miró a ella -ahora que te tengo lo prometo que no te voy a dejar que te vayas tan fácil. Estar a tu lado me hace tan bien haces que todo tenga un sentido. Contigo todo está bien, me fortaleces la vida, a cambio de todo eso yo voy estar a tu lado siempre…si es que me dejas –colocó una rodilla al suelo, con una mano tomo la mano de mi hermana y con la otra se ingenio para abrir la cajita. Edward vino y me abrazó. Vi que mi hermana se quedaba sin habla y se puso mas palida de lo que era y apretó la mano de Alice –Nancy Cullen, prometo estar a tu lado pase lo que pase. Siempre te amare, cada minuto y cada segundo que pase contigo como lo hice desde el dia que te conoci hasta ahora. ¿Quieres casarte conmigo?

Mi hermana quedó helada. Quise ir con ella, pero Edward no me dejo. Alice miraba fijo a mi hermana. Parecia que todo se habia detenido. Mire a Emmett y estaba siendo sostenido por Jasper y Rosalie por Bella. Los dos estaban realmente disgustados, hasta podria decirse que no les importaban los invitados si querian atacar al lobo. Mire a los invitados: unos tenian caras de asombros, unas chicas lagrimeaban y otras sonreian. Observe que Carlisle estaba preocupado, pero a la vez feliz, igual que Esme. Mire de nuevo a mi hermana. Ella estaba mirandome con lagrimas en los ojos. Embry estaba feliz, sonriente, esperando la respuesta.

-Lo siento –pudo decir mi hermana y corrio hacia el patio.

-¡Nancy! –gritó Rosalie.

-Edward, voy con ella.

La segui lo mas rapido que pude, pero cuando llegué al patio, no estaba mi hermana por ningun lado. La busque con la mirada por todos lados. Hasta que escuche algo que venia del bosque. Era una voz aterrorizada, llena de panico. Estaba pasando por un mal momento. Parecia que ya estaba lejos, pero aun asi me desesperó.

-¡¡¡Jaz, ayudame!!! –gritó mi hermana desde un punto del bosque, por el cual mire y era el mas oscuro de togdos.